lunes, 17 de diciembre de 2012

Con esta entrada quiero destacar la importancia de conocer en primer término la historia local; de poco sirve conocer la historia más universal si no somos capaces de apreciar nuestro propio patrimonio histórico, nuestra memoria colectiva. En este sentido, es una realidad que la mayor parte de comunidades autónomas desarrollan un escaso interés por el estudio propio de la historia local, ya sea instituyendo una asignatura propia o introduciéndola dentro de la propia asignatura de Historia de España.

Al tratar el tema dedicado a la Guerra de la Independencia son ya lugares comunes en la enseñanza secundaria el levantamiento del pueblo de Madrid, los fusilamientos del día siguiente (también en Madrid) o las hazañas bélicas del militar de turno. Sin embargo, y siento cierto todo lo anterior, se nos pasan por alto otros asuntos no menos reales y tampoco menos carentes de importancia. Es algo ignorado no ya sólo a nivel español, sino incluso a nivel asturiano, que la primera declaración formal de guerra al francés fue dada desde Asturias. En efecto, la Junta General del Principado de Asturias se declaró soberana el 25 de mayo, declarando la guerra a Napoleón, creando un ejército propio y hasta enviando embajadores al Reino Unido para firmar la paz. A todo este proceso no fueron ajenas las clases populares, cuya presión y participación precipitó los acontecimientos. Fue durante estos sucesos, además, cuando surgió nuestra bandera actual, creada por Jovellanos.

Os dejo este artículo del historiador y profesor de secundaria Faustino Zapico, experto en la materia




No hay comentarios:

Publicar un comentario